sábado, 7 de marzo de 2015


El problema de la existencia o no  del alma ha sido una de las cuestiones  más discutidas a lo largo de la historia de la filosofía. Varios autores como Platón, Aristóteles o Descartes han defendido el dualismo, que plantea que el universo está compuesto por una parte  física (cuerpo) y otra no física (alma), a diferencia de los monistas que consideran que el ser humano es una sola realidad. Sinceramente me decanto más por el dualismo, que aunque son bien aceptadas las dos, esta me parece más correcta, tomando como ejemplo las palabras de Descartes en las que el cuerpo está sujeto por leyes físicas, pero nosotros nos sentimos libres libres, por lo que hay alma; o la posibilidad de facultades para cada organismo vivo de Aristóteles.  Por otro parte, digo que el monismo es menos correcto  porque se limita nada más que  a la existencia del cuerpo, basándose en los procesos mentales.  Seguramente el decantarme por el dualismo tenga algo que ver con mis creencias religiosas, pues en el cristianismo aparece la creencia en la pervivencia del alma (cuando mueres tu alma va al cielo), pienso que esta idea está relacionado con la teoría de Santo Tomás de Aquino, en la que hay una Ley Natural puesta por Dios en el alma humana, lo que tiene sentido. Sin embargo, el Dualismo también me hace dudar, pues como otros compañeros han mencionado en sus opiniones, la tecnología crea maquinas, sin tener alma pero que tienen la capacidad de hacer cosas. En conclusión, ninguna de estas dos concepciones puede ser verdaderamente correcta hasta que se demuestre, para lo que, personalmente creo, hará falta mucho tiempo.

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